La Hoja Borrada



... Soltar el lápiz, levantar la cabeza, y tomar distancia fue todo uno.
Más difícil fue coger la goma de borrar y ... yip, yip, yip... quitarlo todo. Pero no hay color; una hoja en blanco siempre contiene muchísimo más que el mejor de los trazados. En su nada lo contiene todo, promesa de potencial puro, ilusión indomable, posibilidad sin límites... Es como un sueño blanco recién concebido entre orgasmos y sudores, como el silencio expectante justo antes de que se abra el telón... Tatachán !!! Con todos ustedes, la vida !!!

Desde la ventana parece evidente que también hay que reescribir el día; no, nada de panegíricos ni pretenciosas complicaciones; mejor algo cortito y sencillo, que lo simple siempre es lo mejor, algo tipo post-it de nevera: no olvidar sonreír al tendero, mirar el cielo y las nubes con más frecuencia, sentir el viento en la cara, reírme de todo (mínimo 13 veces al día), pensar en algo hermoso justo antes de quedarme dormido...

Ante la hoja en blanco de hoy he pensado, a fin de cuentas, que... no queda más remedio que dudarlo todo, empezando por mí mismo, que con paciencia voy a ir deshaciendo nudos de estómago, garganta y corazón, que hay que descreerse, desarmarse y desaprenderse, que toca rebosarse, rebasarse, reinventarse y recrearse (je, curioso verbo). Y nada de abrir puertas; mejor tirar abajo directamente esos muros grises que las contienen. Acá, en esta existencia, morir a cada instante, y morir del todo, sigue siendo la única manera factible de mantenerse vivo.

La hoja borrada me recuerda a gritos que sólo estamos aquí para crecer, para ver al mirar, escuchar al oír, y sentir al pensar. Así que hoy salgo de caza; cada prejuicio 10 puntos, cada límite autoimpuesto 100, premio especial si me descubro en todo y como todo.

El lápiz vuelve a la mano y la sonrisa al rostro, bajamos la mirada quietamente y con premura volvemos a lo nuestro... Trazo a trazo, con la absoluta naturalidad de lo ineludible, seguimos desarrollando, pian pianito, y casi siempre sin darnos demasiada cuenta, el inasible y loco proyecto de la consciencia en esta recóndita esfera de agua y roca, que obediente danza alrededor de una tenue estrella modesta y vulgar perdida en los arrabales de una pequeña galaxia modesta y vulgar en un lejano rincón de un pluriverso inarbacable...

.. ¿te gusta dibujar? ...

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